El BGM75, el primer modelo de la gama, no entra realmente en el segmento de los multicascos, sino que crea un nuevo segmento paralelo, muy alejado de los multicascos existentes hasta la fecha en el mercado.
De acuerdo con el posicionamiento del Grupo Sanlorenzo, es ante todo un lujoso y hermoso yate a motor que «por casualidad» no tiene un casco, sino dos. Aunque ni siquiera en esta última característica se puede comparar con ningún catamarán existente en el mercado. Principalmente porque, a primera vista, la forma del barco se aleja de la forma “boxy” de un catamarán, gracias a la reducida manga en favor de una relación entre manga y eslora más cercana a un monocasco. Esto permite que las superficies horizontales entre los dos cascos se conecten creando un solo volumen como si fuera un monocasco; pero con mayores espacios y la posibilidad de tener un camarote armador full beam de extraordinarias dimensiones. Esta disposición no es posible en los catamaranes tradicionales, donde los dos cascos están demasiado separados para permitir la conexión mencionada y están dispuestos por separado en el interior de los dos cascos. También visto desde la popa, gracias a la relación eslora-ancho, el BGM75 no es comparable a los catamaranes tradicionales, donde los dos cascos están visiblemente separados. El impacto estético es el de un monocasco elegante y equilibrado, y el espacio entre los dos cascos, normalmente no utilizado en los catamaranes tradicionales, esconde un garaje para el ténder, cuyo descenso al agua está totalmente automatizado. El ancho reducido también permite amarrar el BGM75 entre barcos monocasco y no entre superyates mucho más grandes, debido a la proporción desproporcionada entre ancho y largo.
En la USP (Unique Selling Proposition) de la BGM75 hay muchos elementos diferenciadores, pero el más valioso es la búsqueda de soluciones sostenibles eficaces, con especial referencia a la reducción del consumo. Es precisamente en este último aspecto que el astillero expresa con este modelo toda su capacidad de Investigación y Desarrollo. Bernardo Zuccon y Piero Lissoni, diseñadores de fama mundial que han firmado el contrato y han sido fundamentales en la creación de muchos de los mayores éxitos de Bluegame y el grupo Sanlorenzo, han captado plenamente el poder de un proyecto tan vanguardista, dando respectivamente una contribución al exterior. líneas que los convierte hoy en los clásicos del futuro y para los interiores un enfoque original en términos de diseño, uso de espacios y materiales, resultando en el máximo confort, refinamiento y habitabilidad distintiva.
